Y digo indudable taquillazo no porque no haya dudas sobre la calidad de la película, que bien puede ser entretenida al menos (a pesar del libro), sino porque cuando echa a andar la maquinaria del marketing nos venden lo que quieren sea bueno o malo... y esa maquinaria empezó a funcionar con la publicación del libro y no ha parado un momento, porque el propio casting de actores lo han adornado todo lo que han podido e incluso uno de ellos (Charlie Hunnam) abandonó el rodaje y ha dado más que hablar, alimentando así esa maquinaria.
Cuanto más se habla de 50 sombras de Grey más
expectación se forma en torno a todo lo que
tenga que ver con ello... incluso aunque se
hable mal, como voy a hacer yo ahora, pero mi
intención es prevenir a posibles despistados/as
(si es que quedan).
Admito que no leí ni el primero de los libros
entero, lo cual puede restarme criterio... pero
es que no pude por más que lo intenté, tenéis
que creerme. Lo siento, pero lo retomé en tres
ocasiones después de haberlo abandonado otras
tantas y al final, en el capítulo 16, las
fuerzas mentales no me dieron para más.
La simpleza narrativa y de lenguaje del libro es
exasperante. No me malinterpretéis, que no es
que me crea yo una eminencia, pero es tal la
simpleza que realmente llama la atención.
Incluso quienes dicen haberse entretenido con el
libro reconocen que no está bien escrito.
Entonces ¿Dónde está el truco? ¿En una superhistoria? Bueno, ahí ya entran los gustos de cada cual y sobre gustos es absurdo entrar en discusiones... pero ¿Vale la pena una buena historia mal contada? Un chiste mal contado pierde la gracia, y una historia mal contada pierde el interés (digo yo, vaya).
Supongo que muchas personas se acercarían por
primera vez a la literatura erótica con 50
sombras de Grey, y ahí influiría el factor
sorpresa. De hecho, el único mérito que le veo
al libro es que algunos fragmentos
"encienden"... pero como lo hace casi cualquier
escena erótica.
Una chica con la inteligencia que se necesita
para pasar el día... y convertirse en una sumisa
esclava sexual; y un chico estilo macho ibérico
pero con clase (la que le da estar podrido de
dinero). Juntamos eso y tenemos 50 sombras de
Grey.
Fruncir el ceño, morderse el labio, uau,
insistencias culinarias, lo controlador y
expertísimo que es Grey y otras cursilerías
repetidas tantas veces que dan para un capítulo
como "la diosa que llevo dentro"... se diría que
llenan medio libro y digo que llegan a hacerlo
insoportable.
Y lo más llamativo de todo es que este libro
(que podría parecer destinado a hacer las
delicias de los hombres con una señorita Steele
dispuesta a que Grey le diga "Te follaré cuando
quiera, como quiera y donde quiera" y darle en
el gusto) resulta que es más bien para mujeres.
Puedo imaginar a las feministas tirándose de los
pelos, e imaginaría igualmente a cualquier mujer
actual molestándose por la altura a la que se
las deja aquí (reafirmando tantos de esos
clichés que tanto tiempo y dolor les había
costado desterrar)... pero resulta que a las
mujeres mayoritariamente parece gustarles el
libro.
La influencia del libro ha sido tal que se le
atribuyen separaciones matrimoniales, por
mujeres que dicen que quieren un Grey en su
vida... un Grey que suelta cosas como "Te
adiestraré para que me complazcas" y la señorita
Steele por supuesto las acepta y se lo pasa
siempre bomba (exigencias del guión)... cuando
todos sabemos que si en la vida real insinuamos
a nuestra pareja algo lejanamente semejante a lo
del libro nos ponen, en el mejor de los casos, a
dormir en la habitación de al lado.
Pero en fin... iremos a ver la película, ya sea
por curiosidad (esa que mató al gato) o porque
nos arrastren nuestras parejas ;-)....
Ahora, amigos, quedáis prevenidos; y ahora,
amigas, acepto vuestras críticas a mi crítica.